"A veces tienes la tentación de pensar que alguien posee un muñeco con tu cara y se divierte clavando alfileres en las zonas más sensibles, incluidas las que no están a la vista. Y da igual que hagas balance de daños y pistas para tratar de averiguar quién o quienes son los autores de los alfilerazos mojados en magia negra porque lo más probable es que no haya antídoto contra las maldades que vienen mal dadas". (Tino Pertierra).
¿El muñeco vudú está triste? Vaya, lo lamento. Pero quién no está, cuanto menos triste en tiempos de manicomio y muerte.
El señor Tino Pertierra me lee el pensamiento y aclara algunas dudas, a pesar de que no da nombres, que en realidad es lo único que quiero. Gracias, Tino, pero podías esforzarte un poco más y dar nombres: ¿Quién o quienes, y ante Dios por qué a mí? Enfilado me tienen, todo mi cuerpo es un colador ensangrentado como cuando de guaje metía yerba nel payar. Quiero saber quién o quienes para someterlos a la voluntad de Dios. O a la del diablo para que a espaldas de mí los guie escaleras arriba hasta el tejado y después de clavarles sus propios alfileres mojados en magia negra los tire a la calle como despojos. Sus acciones son cobardes. Los peores empresarios amigos de Rajoy y los sagaces de la administración pública condenan a la explotación a sus trabajadores en el mejor de los casos, en el peor con un salario de muerte. (Tus decisiones son vida o muerte. Recapacita, y si algo bueno hay en ti aprovéchalo. Tengo el antídoto contra las maldades. No te traiciones). Gracias.
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