Veo en los diarios las encuestas recién salidas del horno que las derechas suben y las izquierdas suben. Y el pan y la leche y el aceite aunque el gobierno diga que bajan también suben. Patricia tiene razón: "se te fue la pinza". (Jura que no te quiero y pídele al juez que me incapacite. Después cuídate de tu madre. De tu madre sabes que te parió, pero no que es mujer de armas tomar. Te caerá en el corazón la indigencia provocada por aquello que tenemos y crees que deberías tener tú. Haz al arbitrio sin atender a razones lo que te venga en gana si con ello crees que lograrás tu propósito, o te libre de la culpa que la ingratitud condena. A la familia se la respeta, a la enfermedad mental se la ampara). La sociología que cocina las encuestas se rasga las vestiduras con mentalidad transaccional, donde nada es condicional, para premiar a los dueños de los partidos que pagan las encuestas. No merecemos el daño que nos hacemos. Y nombro el amor de Dios por nosotros y su capacidad para sorprendernos. Llegará un día y su respuesta será decisiva. A Dios, los chismes de lavadero municipal y las encuestas políticas cocinadas o crudas, no le hacen gracia, ni el perdón (indulgencia cristiana) si no se merece. Las culpas cuando hay amor... En el amor no hay culpables. A Dios le cae bien la familia. También, y es información reservada, la luz que florece de la sabiduría como nunca antes brotó. (De ser sociólogo, ya estaría cocinando una encuesta con el precio de la luz). Gracias.
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