"Nadie me habló en esta casa de esa manera, tan afable, tan comprensiva, tan afectuosa. Ni tan siquiera me escucharon". (Esta película ya la vi, la protagoniza Julia Roberts y Patrick Bergin. "Durmiendo con su enemigo"). No empatices con él, ni con nadie de la casa. A tus amigos los eliges tú, a tus enemigos lucifer. El tema es delicado y el pan de tus hijos y tu propio futuro depende de él. Tienes que tomar las riendas del caso: habla con él y no le dejes alternativa. Es importante que así lo hagas, aunque no lo entiendas o te siembre dudas. No sientas empatía ni le des capacidad de elección. En realidad no tiene elección, bastará con que le mires a los ojos sin parpadear. La otra se fue y este no se va a ir por ella. Hasta el apuntador lo sabe. El apuntador: lo suyo es dejar las cosas más o menos antes que le llegue el retiro, que según me cuentan será pronto. Ese señor hizo lo que tenía que hacer: leer el BOE y sin saltarse ni una coma elevarlo al altar mayor. Ya me entiendes. Y la que no debe ser nombrada arrastrándose por la ciénaga cuando su anhelo era volar. Desde su escondida atalaya, al filo del infinito, la he visto nacer y morir. Nadie puede hacer tanto daño sin que el karma se lo recuerde al borde del abismo. Haz lo que te digo, o no, pero no me vuelvas a dejar caer. Si un día gastada mi mente pierdo la razón y me voy sin haberme ido, no oirás un grito de mis labios silenciar el eco. Sé fuerte y recuerda que no estás sola en esto, ni en lo otro que no me cuentas.
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