En un libro increíble leí que la amistad no es solo querer (porque si de dos uno no quiere), es deseo. No es solo convicción (aclara las dudas antes de que sean un problema), es compromiso. La amistad es paciente intimidad, es la llave de la vida, pues el que prescinde de la amistad, prescinde de la vida. La amistad es comunión, armonía, garantía de concierto, firmeza. La reflexión antes de tomar la decisión de edificar los mejores momentos respetando los tiempos y discriminando la hora. La amistad es egoísta, celosa, como el verdadero amor. La amistad es tan escasa que deberíamos aprovecharla como gota de sangre del corazón. Nada se construye sin sentar las bases en el templo de los sentimientos. La amistad acuna la cuna del cariño. Oye, tú, decide hoy ser feliz con la gente que te quiere y quieres con la misma llama, porque cuando entiendas que no se trata de ir de por libre, sino de disfrutar la vida y compartirla, será tarde. Peino canas y creí saber qué era la amistad y no. La amistad, si es algo, es un problema, porque es de dos y siempre aparecen más. (Me dejé llevar por mis esperanzas, pero sabía que me habías traicionado. Ahora vienes me perdonas y me pides que yo... No sé si podré perdonarte). Gracias.
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