"Si las respuestas hacen daño es que las preguntas eran necesarias. Esenciales y, a veces, urgentes. No son muchas a lo largo de una vida por extensa e intensa que sea. Y no son producto de la felicidad o la estabilidad en su mayor parte, sino de los bajonazos que se reciben mientras se intentan esquivar los estoques en la medida de lo posible". (Tino Pertierra).
Una distinguida vecina, entre sollozos y lágrimas, me dijo: la culpa es tuya, aunque el puñal que me clavaron por la espalda no me lo clavaste tú. Nunca te perdonaré. Y nunca me perdonó y qué disgusto más grande. No hubiera tenido importancia si yo hubiera sido el deseo de su paranoia. Discriminación laboral. Pero no pensaba en mí cuando orquestó la peor venganza. Pensó en la familia, y los hijos primero. Y desde entonces mantuvo una relación de odio. Creyente en su Dios, el que une, el que motiva oportunidades, el que viste de gala el sentido común y desviste con un simple toque el odio. Autoridad divina, sin lugar a dudas. El plan que su Dios tenía para ella no era el que quería, solo satán podía tener ese plan: quebrar la mente a una hija y meterla en el manicomio. Y el señor Pertierra quiere que le devuelva la vida... La mentira es otra forma de proveer la vida de ventajas. Sin embargo, la verdad siempre se impone, siempre llega, tarde o temprano y hace su entrada triunfal, a pesar de esta gente que recurre a la mentira y al abuso de poder a fin de conseguir su diabólico plan. Qué poco se quieren. Donde la mentira se establece, donde se acomoda, se convierte en algo pernicioso, es cuando más se utiliza y se justifican actitudes, sobre todo si están relacionadas con la ley y su justicia. Solo la santa poesía debe predominar en la vida. Gracias.
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