En mi lectura diaria con "Jesusito de mi vida eres niño como yo", y releyendo Jueces 7:4, me encontré con Dios triando. Le dice a Gedeón: "Todavía hay demasiada gente" y "si digo este irá contigo, este irá, pero si digo este no irá contigo, no irá".
El poder es pasajero, lo importante no es la gloria del comienzo, sino el respeto del final. ¡Qué es un joven sin un sueño, qué es un viejo sin respeto!. No basta el poder, el aplauso, los bienes, ni los reconocimientos son ese camino a la gloria bendita que es la posteridad, el buen recuerdo que solo otorgan los pueblos. La advertencia viene a partir del desafío al que, desde ya, se enfrenta una Europa amenazada por los partidos políticos que heredaron el fascismo con vocación fratricida. España también: "Por Dios y por España". Y los migrantes a los tiburones. Ojalá que Feijóo no se deje engañar. La manipulación de acontecimientos a través de distorsiones en el tiempo y su historia, adquiere una mayor relevancia el hecho de blanquear a quien tratamos en apariencia de verdad incontestable por encima de la vida que merece, lo cual, es una forma miserable de engañarse a uno mismo y a los demás. Eso sería la mentira en esencia, el engaño, el nada que todo lo justifica, recurriendo a sutilezas y considerando si favorece o no a alguien que se le debe el gobierno. Feijóo tiene que hilar fino porque la vida de miles de migrantes está en peligro. La gran amenaza del partido del "irrepetible" es romper los acuerdos de gobierno en las comunidades autónomas que gobiernan juntos. Si van de farol no sé. De Feijóo depende. Ojalá no se equivoque. Gracias.
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