Se dan casos que uno se cruza con otro y se saludan con afecto, como si se conocieran de hace años, posiblemente desde la infancia. Y se dan casos... hay personas que no responden desde el silencio donde se encuentran porque no recuerdan ni de haber tenido el placer de haberte conocido. Se dan casos, y más casos. Uno no sabe a qué atenerse. Imagino que están mal de la cabeza. Todos estamos mal de la cabeza. En estos quehaceres nos perdemos entre malquerencias y bueno sería recordar que convivir en sociedad es parte esencial del transcurrir diario. El azahar evoca: A uno le ocurrió algo especial, un amanecer maravilloso, y a otro le pasó de soslayo la vida y siente una pasión irrefrenable por el olvido. Y olvidó. -Tu nivel de compromiso es proporcional a tu nivel de entendimiento y tu entendimiento solamente se ilumina con la luz del conflicto-. Sin estrategia no hay conflicto. Uno ha conseguido renovar una esperanza y quiere saber si existe un porqué razonable que dé respuesta al silencio: silencio es la respuesta. La memoria olvidó el camino de regreso. En tiempos de manicomio y muerte se da el fenómeno de la amnesia. Se dan casos y casos, basta salir de casa y preguntar a quienes han vivido experiencias adversas. Corren malos tiempos. Y eso que el tiempo transcurrido es suficiente como para que, teniendo en cuenta la edad, por no decir la vejez o la senilidad (diferentes nombres tiene la desmemoria), uno opte por publicar su necrológica. Gracias.
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