Sin conflicto no hay relato.

La gente va y viene. Somos trashumantes, nada nuevo. Nuevo es no saber discernir el buen amor de los peores recuerdos. Historias de amor se malograron por no dejar atrás los peores recuerdos. Qué doloroso y triste debe ser hacer de la vida un infierno. El virus de la mentira y un pueblo, y entre mis manos un libro que no pierde la memoria. Sin conflicto no hay relato: "Cómo fue qué sucedió y por qué a mí...". ¿Por qué a ti, bella Afrodita, por qué a ti? Te contestaría con una carta de mi puño para que sintieras lo que siento, pero mi pulso tiembla, no es firme. No hay castigo más grande y horrendo que hallarse lejos de uno mismo. Has enterrado mi dolor bajo la tierra: aquí tu corazón se deshace, aquí claudica mi duelo. Los que amamos a seres irreales, iracundos, idos. Es cierto, cada cosa en este mundo esconde a cada paso su contrario. Así como distingo, así confundo, confundo mi sustantiva mirada. ¿Cuánto hay de cierto en este verso? Mi palabra que afirma no evidencia certeza, evidencia duda al vislumbrar el fin del verbo. Sí quieres ver, venda los ojos y verás igual que el ciego, un alma rota. Gracias.