Mentir en campaña electoral es más serio de lo que imaginamos, y si alguien lo pone en duda, le tengo malas noticias: me confirman que las mentiras se propagan más rápido que las verdaderas, llegan más profundamente, con más velocidad y a más personas, y más que los desmentidos, lo que hace realidad la frase de Joseph Goebbels: "Miente, miente, miente, que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá". Pero oiga: ¿Hacia dónde va una democracia donde la verdad no importa? En campaña electoral, es políticamente rentable difamar en las redes a nuestros adversarios, pues ha quedado demostrado que el desmentido por más evidencias que presente llegará a menos de los que leyeron la difamación. "... y una sospecha enciende las redes y cuatro plañideras lloran el ocaso de un político...". (Loor a su memoria). La tragedia me lleva a Benedetti: "Estoy jodido y radiante quizá más lo primero que lo segundo". El tema es grave y daña la democracia: En campaña electoral estamos dispuestos a creer las mentiras, aunque las evidencias nos demuestren lo contrario. Gracias.
Inexplicablemente es cierto, como si nos atontaran con adormidera ... por eso yo ya me estoy planteando no votar, pero es que si no votamos ¿ que narices va a cambiar? ... y si lo hacemos ¿ a quien ? ... soy un mar de dudas, pero jamás miento ; )
ResponderEliminarUn beso
Recuerdo, de aquellos tiempos míos por tu tierra: "Juan Morano y el fascismo van de la mano". Igual murió el buen señor, hace mucho de esto, también recuerdo que era un verdadero camaleón de la política. Empezó en un partido que creó regionalista y dando saltos acabó en el PP. No sé María, no te puedo aconsejar, pero vota, tú vota. A mí no, ya sabes, pero si decido meterme a monja de clausura te aviso. El té corre de tu cuenta, de la mía las pastas de te. Gracias. Beso grande.
ResponderEliminarSalud.