Llegué a dudarlo, pero las próximas elecciones ya son historia. Oiga usted, tanto timbre me obligó a desconectarlo. Como si mi voto decidiera el ganador. Una entró hasta la cocina y me pidió el voto para el perdedor. Raro, ¿verdad? Fiarse de nadie: siempre hubo chivos expiatorios o inocentes durmiendo con su enemigo, como la peli de Julia Roberts. No se puede "vender la piel del oso antes de cazarlo". ¿Ganar o perder? Y, a coste cero, no se le ocurre ni al que asó la manteca (esta alusión se designa a alguien torpe o que actúa de manera ridícula). A coste cero, no existe, le dije. Y lo de ganar o perder tiene que ver con la euforia de los aficionados (estado de ánimo excesivamente optimista que se manifiesta con una intensa alegría, nada que ver con la realidad). Eso no se lo dije. Y tú, quizá encuentres tropiezo para visitar la Iglesia de los Mártires. Virgen de los Inocentes o Virgen de los Desamparados, advocación de la Virgen María, patrona de la ciudad de Valencia, pero en Jesús el Cristo hallarás el camino al cielo. La Virgen María consigue lo imposible a coste cero. Ella sí, tú no. Tú has perdido. Gracias.
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