Comenzar desde la poesía para llegar a la política. Habrá que decirle a los políticos que el servicio público no es una fiesta. En campaña electoral las cosas tienen que quedar claras. El trabajo de un político es la política, no una fiesta, ni un sueño, aunque lo diga el poeta. Un político que no se explica ni presenta las cuentas claras, no es quien dice ser y lo conoceremos el día después del recuento de los votos, cuando se ponga un salario a coste cero para no endeudar al ayuntamiento. A los votantes no se les insulta ni engaña, porque siguen muriendo y no saben qué les está matando. Diría que les mata los años, la pobreza, la enfermedad, pero no todos son viejos, pobres, o están enfermos: les mata la política de los infaustos políticos. En campaña electoral las cosas tienen que quedar claras, insisto. Si bien ya va llegando el rencor y los peores augurios. Los hombres se sacrifican para servir a Dios. Pero estos no son tiempos de fe, de servir ni morir por nadie, son tiempos de vivir con dignidad. (Nuestras prioridades están unidas a nuestras necesidades: la familia, y los hijos primero. La familia). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario