El conocimiento hace realidad los sueños. Yo, de conocimiento ando escaso, pero soy un soñador tozudo. Nos faltan ganas de aprender a ser mejores personas y la ciencia no inventó la píldora del conocimiento, ni la de las ganas de aprender a ser siquiera personas, y así llevamos la autoestima. Nos queremos poco, y ya pocos son los que nos van queriendo. Así la vida.
Me llegan chismes de lavadero municipal cuyo objetivo no solo es provocarme reacciones psicóticas, sino causar daño a mi familia. Otro problema a resolver. Confieso que estoy fuera de mí y sé la causa que lo motiva. La causa viene de atrás, y el problema a resolver soy yo. Se diría que mi mente absurda intenta justificar que en el pasado fui culpable de algo, autor de algo, o que algo me salió mal. No voy a perjudicar mi salud mental a coste cero, puesto que la mano que me sostiene es la misma que sostiene a quien pretende hacer daño a mi familia. La familia, y los hijos primero. (Esta inversión en palabras no mendiga favores, simplemente reclama justicia para frenar la virulencia. En tiempos de ambigüedad: Proactividad). Gracias.
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