La tristeza, que venía siendo la muerte para los poetas, es ahora un caso perdido en centros de salud mental. La dama que no me deja ir me confiesa que no puede darme cita este verano y en otoño ya iremos viendo. Es una mujer comprometida y no acepta que nos estamos yendo y no tanto los viejos, sino también los jóvenes. En campaña electoral, Sánchez construye viviendas tasadas y de alquiler en un verbo, y Feijóo saca agua de las piedras en Doñana. No llegamos a fin de mes y no sé yo. Vale las viviendas después de cuarenta años y el agua en Doñana después de otros cuarenta. Pero no llegamos a fin de mes, insisto. ¿Pueden dejar para más adelante la prosa electoralista y solucionar las necesidades de la sociedad? La cesta de la compra, salarios, hipotecas. En mayo nos volverán a prometer la luna, y en junio san Juan y en julio vacaciones en un mar. Las familias no llegan a fin de mes y en esta patria se sigue muriendo de pobreza y de enfermedad. Y en Les Seniaes el azahar tiene su tiempo para florecer y no florece. (Los peores presagios solo se cumplen en la casa del pobre). Gracias.
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