jueves, 27 de abril de 2023

Aleja el orgullo de ti.

De cuando en vez insisto porque la gota de agua que golpea la roca machaconamente (la gota de agua perfora la roca más dura: plinc), excede con mucho al silencio, al no injustificado y a las pocas ganas. La irrealidad de una mente conquistadora acostumbrada a ganar... Solo los árboles mueren de pie. El asunto prometía, pero ''el diablo estaba en los detalles''. Cuando me voy sin haberme ido las cosas no cambiaron y el amor desvaneció la duda. Una divinidad le echó un pulso al tiempo y el tiempo no se detuvo, tic, tac. El orgullo, el rencor y la gota de agua: plinc (la casa que fue cultura del pueblo exhala moho y los libros se inquietan) plinc, plinc. Algunos guardan los sentimientos del alma en un relicario de amor y otros los arrojan a la basura. Así la vejación y la ofensa. Así los días crueles y violentos. Así brota un manantial de culpa y de fracaso. Cuando el amor penetra el corazón, cauteriza las heridas y sosiega las alucinaciones antes de que somaticen. (Quizá son cosas mías, pero creo que ha llegado el día que humildemente aceptes tu destino para que un poeta tenaz mire y se asombre). Gracias.

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