Los secretos oficiales y sus excesos son el penúltimo escollo para que la justicia y la democracia se consoliden. Con dinero del erario, se paga lo que se paga sin rendir cuentas. (Tonterías: A los espías y a los chivatos no se les paga con euros de ir al cine porque no existen). ¿Y se hablo de robar "Los papeles de Bárcenas" para que políticos corruptos se vayan de rositas o saber qué hacen en su tiempo libre los independentistas catalanes o pagar el dopaje para ganar las próximas elecciones? (Qué imaginación). El asunto plantea un drama político desolador. La Ley de Trasparencia y Buen Gobierno de 2013 aún no llegó a todos los pueblos. Ya me gustaría que los años que llevamos de democracia nos diera para merecer políticos dignos. Los políticos a los que estamos acostumbrados son corruptos de arriba a abajo. Si hablo de justicia y democracia, vamos a peor, y si hablo de llegar a fin de mes, mucho peor. La salud mental ni la nombro, la gente sigue muriendo. ¿De qué podría hablar un sábado de fieles difuntos para no perder la última esperanza? (No me contesten, ya se me ocurrirá algo). Gracias.
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