Anoche recibí un email anónimo y me dio qué pensar... Pero poco, que si pienso me duele la cabeza. El email más que una advertencia era una amenaza... "Deja de desear y empieza a actuar". Yo, a la amenaza, le añadiría un insulto: Estúpido, por ejemplo. Amenazar, y por la espalda, no, insultar a la cara, sí. Detrás del email hay un político. Más allá de Marx, que reparó entre los pliegues del tiempo el manejo de las artes que grupos pequeños de poder ejercitan sobre los grandes... Que sabía que el gobierno de pocos era preferible al gobierno de muchos. Si me dejaran diseccionar a los muchos, evidenciaría que la historia es un cementerio de políticos y que lo vivido puede interpretarse a partir de las contradicciones suscitadas por ellos.
A un político le supliqué que no abandonara y con un "te quiero" fingido, abandonó. Yo sabía que se equivocaba, pero otros decidieron por él. Y ahora sabe que yo tenía razón. Lo sabe, pero es tarde. Persona activa, demasiadas veces se dio cuenta tarde de lo que pasaba a su lado. No tiene sentido temer a los que están fuera, cuando lo peor está dentro, y sentados a su costado... (Nerón tenía razón al tocar la lira, poco hay tan maravilloso como escuchar música, mientras todo arde). Gracias.
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