Una mujer, de nombre María, como la Magdalena, dijo: "entre boleros, aburrir, no te aburres". No me aburro, yo mismo soy el bolero que escribo al alba. Y puesto a ser y a escribir, soy defensor de la palabra, y escribo al amor, a la santa poesía y a la corrupción política. En tiempos del abuso de poder llevado a la locura, un bolero da como alternativa a la palabra escrita un café y unas pastas de té. La amistad en tiempos de tan pocos amigos. ¿Cuántos amigos tienes? ¿Cuántos te consideran amigo? Un amigo es apego. Un amigo y un bolero. Los dos enfocan la vida de manera distinta y siguen aquí para el abrazo, para el alivio. Lo digo y no me canso: Les Seniaes son el paraíso donde solo se juntan las vidas paralelas. Y los que sufren, y los que dudan, y los que tienen miedo, y los humildes de corazón. La humildad no es debilidad, es sabiduría expuesta con amor. Todo comenzó en Les Seniaes y jamás dejarán de incentivar la vida. Como el amigo, como la espuma que absorbe la arena cuando la ola se va. Un amigo, nunca nunca se va (y siempre nos quedarán Les Seniaes, si decides volver). Gracias.
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