Para ganar las próximas elecciones no basta con sostener la unidad propia, hay que patrocinar la división del adversario con la peor propaganda. Los mítines de relevancia política solamente seducen si conectan con los sentimientos de los votantes. Cuando un político toma la palabra es de mala educación la verdad que el sentido común y la razón contradiga. No ofrezcan promesas, demuestren con palabras sinceras que podemos confiar en ustedes. A los votantes de tomarnos el pelo estamos calvos, y artos de esa fiesta del odio en la que participan desde sus escaños ofendiendo nuestra inteligencia. Respétense y respétennos. A fecha de hoy no tengo decido el voto (y no dejo de pensar en ti, en los cadáveres éticos que has dejado a tu paso). Gobernar muchos años es demasiado gobernar, basta hacer memoria. A este país lo salva la alternancia. De amores está hecha la política y solo el desamor la alcanza. Y el poder municipal, el más cercano de los poderes, se rinde el primero. Alguien debiera escribir "El ejemplo de no rendirse". (Me pregunto si a ellos, como a mí, les devora la impaciencia). Gracias.
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