Lo que debería ser una oportunidad democrática para completar un proyecto de futuro social, con lo mejor presentándose a los electores, ha devenido justamente en lo contrario. Entre muchas lecturas, su obra, tiene el valor de mostrar que es igual, pero no es el mismo. Mire usted que la política idealiza a políticos que sustituyen a otros políticos para que una mano tape otra colmada de estropicios sin importar el daño (era joven e inexperta). Se trataba de tapar lo que había que tapar antes de que saliera a la luz. A la luz no salió, perdón, salió, pero tarde y la fuerza del alma le arrojó un mar de pasiones a la cabeza y dio en loco. Ahora, casi vencida, queriendo creer que le llegó el final... Si mi amor no le fuera indiferente, sabría cuánto amor cabe en un abrazo y la animaría a continuar su proyecto a test de falsedades y a salvo de rencores. Su proyecto sobreviviría iluminado de virtud al viento del pasado: heridas que fueron, lágrimas que dolieron, que lastimaron. (Si quieres, te propongo entre besos sin final, mejorar tu proyecto, incluyo el amor que desde siempre, incluso sin saberlo, hemos deseado). Gracias.
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