"El Estado es un inmenso cementerio al que van a enterrarse todas las manifestaciones de vida individual". (Mijaíl Bakunin).
Ya es abril y llegan todos, van llegando apresurados a contar cadáveres al mortuorio. ¿Volverás tú envuelta en un manto de amor para dar vida a los que aún no hemos muerto? Todos vuelven menos tú... No debiste irte para no volver. Amor, tú y yo teníamos todo lo que precisábamos: Les Seniaes y el véspero. Ahora, sin tus besos, ignorado y sordo, cegado por los años ni recortando los días te veo venir. ¿Seguimos distanciados? Estoy solo por todas partes y no hago otra cosa que pensar en ti. Amor, no estás y no quiero perderte. En medio de esta impunidad sobrevenida, donde los míseros coleccionan abusos y desprecios, en este estercolero que es la política luce una buena noticia, pero no una bienvenida. Dame tú la buena noticia. Quiero preguntarte cosas... quiero decirte algo. Esta tarde, o esta noche, dejarán todos de contar cadáveres y celebraré una buena noticia, porque habrá una buena noticia, pero no una bienvenida... (La muerte es el peor absurdo previsible). Gracias.
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