Lleno los rincones de mi casa con pequeños pormenores de tu rostro para disfrutar de la mágica sensación que me inspira tu risa y tu alegría. Las ganas de volverte a ver, y el cálido abrazo que se resiste. La aventura de recordar y atrevernos a ser felices desde el pasado, recordar el tiempo llegado a menos. A menos. La esperanza lo puede. Yo nunca perdí la esperanza de que la mejor noticia se hiciera realidad, y se hizo. Felicidades. Consciente de su existencia asumo con humildad el eterno encanto. Si algo tiene de maravilloso el amor es su capacidad de renovarse. Comprender el misterio de esta renovación es la mejor manera de vivir. En el recuerdo estás conmigo, y mientras te miro disfruto de tus besos. Te quiero. Somos el tiempo pasado que está por venir. El tiempo que dejamos de vivir. El tiempo que alumbrará un nuevo día. (El reto mayor en la vida consiste en aprender con humildad a doblegar el fracaso y prolongar el entusiasmo mientras haya una esperanza). Gracias.
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