domingo, 30 de septiembre de 2018

Tu vida se desmorona.

Juan José Millás pregunta en su columna de El País: ¿Cuántas energías se deben gastar en lo que no tiene arreglo?

Cuanto primero se acepte menos energías echadas a perder. Un tornillo por aquí, una tuerca por allá: son parches y cuando antes llamemos al chatarrero... Digo chatarrero y digo enterrador. Hay vivos que no saben que están muertos, y hasta que se enteran padecen pesadumbres, inquietudes, contrariedades, fastidios, desazones, desabrimientos... Vaya, echo mano de la RAE para explicarme y acabo loco de la cabeza ¿? Si algo no tiene arreglo no tiene arreglo, se entienda o no. Cuando se deja de creer en uno mismo... "... pero cuando puedas, vuelve, porque acecha tu fantasma". (Silvio Rodríguez). Qué poco tú has sufrido... Si el maligno llama a tu puerta y viene como un amigo gorrón para quedarse no le abras, dale con la puerta en las narices... El asunto, y es asunto grave, es cuando el maligno entra sin llamar hasta la cocina y viene con una promesa por cumplir... Entonces, si tu vida parece desmoronarse, ponte a buen recaudo porque sí: Tu vida se desmorona. Gracias.

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