jueves, 27 de septiembre de 2018

In dubio pro reo.

Con Ian y Enol en el colegio, solitario pero feliz por el tema de las pensiones y la revalorización con el IPC, salí a pasear por Les Seniaes... Cuando vine a vivir al pueblo de Patricia, al conocer Les Seniaes, parafraseando a Jorge Cafrune pensé: "el paisanaje no está a la altura del paisaje", excluyo a Eugenio y Juan. Lástima ser buena gente y que no te dejen demostrarlo.

Ahora que clausuré cierta anomalía, me dedico todos mis horas y nada mi impide escribir mis días. Ser güelu es estupendo y ayuda. Y padre. Y amigo de mis amigas aunque estén idas. De mis amigas idas una, me cuentan que vive azarosa. Ojalá y que todo le vaya bonito cuando encuentre su propio futuro. Uno va a su marcha y al doblar la esquina cree ver al maligno y en realidad es un fantasma. Un fantasma solo sale de casa por carnaval. En carnaval uno se disfraza y se maquilla y pasa los días de farra. Mañana será el primer día de otro año. Se pudiera pensar que voy de broma, pero voy en serio o si voy de broma hay bromas que ponen los pelos como escarpias. Lo cierto es que si a uno le da por escribir los mismos días durante mucho tiempo, como el amor cuando se acaba, algo siempre queda. (En los días enmarañados: In dubio pro reo). Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario