jueves, 6 de septiembre de 2018

Ojos con destellos cristalinos.

Si le diera a Voltaire por resucitar y lo hiciera en Les Seniaes, obviamente, no sería para hacer filosofía, pienso que podría ganarse la vida como recolector de naranjas, pero jamás como pensador en un país en el que, un poeta, Antonio Machado, dizque "de cada diez cabezas nueve envisten y una piensa". Y no hay constancia que la décima además de pensar envista.

El compromiso que asumió Voltaire al defender hasta las últimas consecuencias, así no compartiera sus ideas, el derecho del otro a expresarlas, no figura en ninguno de los valores que oferta hoy por hoy este país. Como militante ciudadano que no podrá ser opción al ser proscrito por un descuido de la María, no iré tan lejos como Voltaire ni tampoco pediré clemencia.

Porque nos maltratan nuestra vida es un fraude. Nos secuestran la voluntad, nos niegan el espacio al que tenemos derecho por no ser siquiera de las diez cabezas. No existe ninguna autoridad que disponga de la necesaria vergüenza para ordenar que se nos trate con humanidad. No seremos cómplices de patrañas urdidas que justifiquen escasez económica para cubrir las mínimas necesidades que los enfermos mentales requieren. Frente al abuso de los nueve que envisten y del que piensa y niegan derechos fundamentales que vulneran principios, que especulan sentencias, que clausuran voces responderemos con miradas de ojos con destellos cristalinos. (No nos conformamos con que solo se nos respete en Les Seniaes). Gracias.

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