Por el camino de la esperanza...

Escribir y escribir, bien o mal escribir. Siempre escribir. De eso se trata, de escribir, pero intentando mejorar cada día con palabras que digan con fundamento íntegro, justo, honesto, sincero... Escribir y respetar, porque la palabra si es de fiar es creíble. Credibilidad. Ay, quida tú mi credibilidad.

Hablo de dona por ser la palabra que expresa los sentimientos del corazón, aunque a veces no se explique. El valor de la palabra se eleva en el género literario y por medio de ella se logra un placer no solo emocional sino de elevación espiritual. Creación Literaria.

A pesar de que muchos consideran que la Literatura es una peregrina ilusión hacia un horizonte abstracto además de una pérdida de tiempo, permite alcanzar valores no solo estéticos sino de vida, de satisfacción interna capaz de elevar el sentido del entendimiento a la empatía colectiva.

Y si digo escribir digo leer para ir salvando los obstáculos, no se puede detener el sentido de la causa primigenia de la intelectualidad, a pesar que los intereses de cada uno vayan o no por sitios diferentes, equivocados, incomprensibles o profanadores de la verdadera esencia del Ser. Escribir y leer para que la palabra justa y meritoria siga eludiendo los estorbos por el camino de la esperanza...