viernes, 29 de agosto de 2014

Olvídalo.

En el bar, en la plaza de abastos, en todas partes solo se escucha cuando hay más de dos: ¿Por qué no lo manda al carajo? ¿Por qué no se lo dirá? ¿No se da cuenta el daño que le está haciendo?

¿Y él que pretende? ¿Qué piensa? ¿Hasta dónde con su falta de respeto? ¿Seguirá en ese plan por mucho tiempo? ¿No se le acabará la tinta? ¿Acaso perdió el juicio?

¿Y ella por qué vuelve cada día a primera hora de la mañana? ¿Por qué lo aguanta?

Que lo olvide. Eso, que lo olvide. Olvídalo.

4 comentarios:

  1. ¿Olvidar? Yo no podría, tengo memoria de elefante.


    Buenas muy tardes.

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  2. ¡Ole tu memoria!.

    Hola, muy buenas tardes. Beso.

    Salud.

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  3. Es mejor dejar pasar ciertas situaciones....

    Saludos

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  4. Y con ellas ciertas personas... Muchas gracias.

    Salud.

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