miércoles, 6 de agosto de 2014

Sin nombre, para no dar pistas.

Sin nombre, para no dar pistas, es una amiga en el silencio. Un misterio el cual trata de encontrar extraños vericuetos en la mente. Es un fin desconocido para mí.

El silencio en sí existe, y es incomprensible porque no denota emociones, ni siquiera un leve pestañeo, su mirada es perpetua y su rostro permanece inerte e inexpresivo. Solo un leve suspiro permite advertir que pudiera ser un ser vivo. Digo pudiera, pues nada sé ni entiendo, tampoco si tiene sentido propio, aparte de su triste figura.

La actitud en el silencio es un signo de interrogación de una complejidad plena de incertidumbre... Sería interesante obtener palabras originales descuidadas de un diálogo furtivo, pero eso es imposible, porque entre el silencio y la observación no media la comprensión.

El silencio, como tú, bella sin nombre, sois escasos de méritos, hasta el punto que contradecís la amena conversación y la mejor posible relación. Sea como fuere, lo presiento, pronto dejarás de entorpecer tu camino peregrino y me hablarás: desde entonces fertilizarán de nuevo mis esperanzas que son la tuyas. (Recuerda: quién no tiene favores que otorgar, quién vive sin vivir en nadie, desprovisto de hado, no es amigo de la verdad ni de sus propios sentimientos).

2 comentarios:

  1. Palabras originales en un mundo donde las letras es lo que impera, es punto menos que imposible. Habría que inventar nuevas palabras. Un idioma nuevo que diga lo que nunca se haya dicho.

    Tienes muchas amigas silenciosas de soslayo. "Bella sin nombre", ya se lo diste.

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  2. Gracias por pasarte en mi ausencia. Beso.

    Salud.

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