viernes, 6 de octubre de 2023

Qué poco se quiso.

Lo lejano, lo imposible, incluso el amor aún llama a la puerta. Benditas necesidades del humano ser. La frase es de Borges, no de Dios y su insaciable necesidad de saciar las necesidades espirituales del hombre. Para existir hay que estar, pero no mendigando limosna ni pidiendo favores al doblar la esquina. La frase: "La derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece". Empeñado en esa manera tan pulcra y poco trasparente de vencer acabó venciendo, o venció la animadversión de las víctimas del victimario. Ni siquiera le dieron un día de paz. Firme en sus principios y sus valores, murió sin un poco de alguien entregado al amor. Qué poco se quiso. A quien le bastó la gloria de su honestidad durante su vida para contar con el respeto de su humana colindancia, con su buena voluntad, fue martirizado por su honestidad, lo que me lleva a recordar que los humildes del corazón se dejan a la puerta antes de entrar y, por su puesto, después de vencer. Preparémonos pues para lo peor, si no somos capaces de saber vencer. La partidocracia... (y de vuelta a enfangarme en la política) solo sabe vencer, aunque luego la victoria, como advierte Benedetti, "le llenen de vergüenza histórica, o simplemente de vergüenza". Gracias.

2 comentarios:

  1. No es fácil aceptar la derrota, como no es fácil permanecer firme a los principios y valores, aunque a veces no es tan malo variarlos si con ellos morimos en vida. Creo que al final lo que de verdad importa es vivir lo más digna, en paz y amigablemente con nosotros mismos, cosa que me pregunto como hacen algunos políticos que por vencer y mantenerse en el poder se llenan de vergüenza... gracias siempre a ti, un beso!

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  2. María, eres muy amable. Gracias. Beso grande.

    Salud.

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