lunes, 25 de septiembre de 2023

Un estilo de vida.

Una pregunta atraviesa las calles del pueblo de Patricia desde las pasadas elecciones: ¿Por qué en este pueblo no ha sido posible generar una fuerza política de izquierda, progresista, en el sentido clásico del término? Diría a la vieja usanza, pero los ejemplos que nos llegan de la vieja usanza son ruines. ¿Cómo se explica que un pueblo fracase en busca de su futuro y los proyectos políticos nacidos progresistas se envilezcan al llegar al gobierno? El pueblo no sé y los proyectos políticos sin ideales no son progresistas. Y los políticos que nos tratan como ignorantes... El asunto que hoy me obliga a escribir viene de las pasadas elecciones. Y ya me explico: el día de votar, por no ser de aquí y no conocer, pregunté a un vecino de confianza y me dijo "aquel". Pues "aquel" parece buena persona y vale bien. ¿Y saben qué? Claro que saben... Los partidos políticos de izquierdas cuando huelen el poder devienen en partidos pragmáticos... más que un chicle. (De los dueños de los partidos políticos no quiero hablar porque hoy me encontré con uno y me entraron ganas de vomitar y vomité). Sin apenas acceder al gobierno un partido político de izquierdas se adentró en el templo sagrado del neoliberalismo y, al pensar de su dueño, tiene insultos para dar (y tomar) a la vecindad que supuestamente no lo votó. Y vuelvo a la pregunta: ¿Por qué en este pueblo no ha sido posible crear una fuerza política de izquierda, progresista, en el sentido clásico del término? Precisamente por eso, ay, por eso mismo... (La política no tiene como objetivo sacar lo peor de cada uno a pasear, ni despreciar a la colindancia y quedarse dichoso. La política es más, mucho más, es otra manera de llevar con estilo la vida, es un estilo de vida). Gracias.

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