domingo, 17 de septiembre de 2023

Estoy vivo y no me esconderé.

Andar con la cabeza en el pasado y el corazón en bandolera: Atención. Es de ingenuos creer que lo que puede suceder no será influenciado por una realidad interesada. Estar anclados a viejas ganancias o inversiones de proyectos de complicada ejecución no se acercan ni a la duda. Tener la mente abierta puesta en un futuro desde el pasado también es estar mirando al objetivo mientras sacrificamos algo bueno para alcanzarlo. El objetivo llega con la pisada antes que la mirada. El corazón sabe lo que debemos sacrificar para alcanzar algo bueno. Y aquí merece la pena recordar: "tus enemigos te dirán lo que tus amigos no se atreven". Entonces andar con la cabeza en el pasado y el corazón en bandolera quiere decir que el futuro fue ayer y sigue influyendo en decisiones que están gobernadas por inquinas heredadas. Joder, dona, miedo me da pensar que todo sigue igual y nada cambió, ni cambiará. Aprendamos de Martín Fierro: "Cada lechón en su teta es el modo de mamar".

Amor genera amor, tiempo genera tiempo, y la combinación de ambos es abono para relaciones adultas. Estoy vivo y no me esconderé, y si tengo que volver a empezar, volveré, y que salga el sol por donde quiera, con tal de que salga ya. Gracias.

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