Ningún partido político que ha gobernado este país desde la democracia puede negar prácticas corruptas. Todos las tienen en su cuenta de resultados, pero todos las niegan. Sin control, y con demasiadas ganas de ganar elecciones, legalizaron la compraventa de favores a porciento. La globalización de la economía para los ricos y la pobreza para los pobres; y el fin de las ideologías anularon el Estado de Bienestar, dando entrada al neoliberalismo y con él las crisis financieras generalizadas. Los políticos y sus amiguitos del alma, desde la penumbra, arrastran la política del insulto a la inteligencia de la ciudadanía. Nos llevaron al vulgar combate político de inspiración empresarial, todo representado como un gran espectáculo de eslogan corto y un candidato entregado al capital. El debate útil es parte de la historia y languidece enmohecido en las hemerotecas. Hoy en día, la política, es puro espectáculo, abusos éticos y morales (a las redes sociales me remito). La verdad disfrazada puede ser el sendero de una vida echada a perder. Sin embargo, por medio del voto, podríamos ejercer control sobre ellos, pero somos ciudadanos desmemoriados. (Pues entonces, tenemos lo que merecemos: buen provecho nos haga). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario