La soledad ha sido minimizada por unos y agigantada por otros. Y por confirmar está quien afirma que ni le va ni le viene. La soledad, si no es una maldición es una bendición. La cara y cruz de la misma moneda. Para mí es una bendición porque me permite dedicarme a hacer lo que más me gusta: conocerme. Pero yo soy yo. Y cada uno es como es, y seis, siguen siendo media docena. Ante la duda generada, conviene recordar que el azahar es esencia del amor y no de la política. Quizá desde que me abandonó la sintaxis que nunca tuve, no ato cabos. Pero hay quién me lee, ata cabos y pagaría lo que no tiene para poner fin a la realidad que vive y llegar al perdón, y perdonarse. Si consideramos que la felicidad es un estado de ánimo; un estado de ánimo cercano a la felicidad sin ningún género de dudas. En la vida hay un poco de todo: bueno, malo y en fin, es asunto personal elegir entre lo aparentemente inútil y lo inútil. No nos pongamos límites para llegar a dónde queramos ir, se trata de ser felices y eso es todo. (Humildad, y poesía para reconocer el camino. Vivir plenamente es una decisión). Gracias.
Amén ; )
ResponderEliminarUn beso
Y en fin, amén. Gracias. Beso grande.
ResponderEliminarSalud.