sábado, 4 de marzo de 2023

El riesgo de los excesos.

"Los negocios del 'Tito Berni' salpican al PSOE: visitas al Congreso, mariscadas, prostíbulos y drogas". (Todos los diarios).

La justicia no da abasto con tanto corrupto y tanta corruptela. El asunto es sangrante y se extiende por toda España. Ahora se llama "Tito Berni" en Santa Cruz de Tenerife. La corrupción no debería ser una tentación redundante, casi tan inapelable como la tentación de tus ojos de color negro azabache. La corrupción está vigilada muy de cerca, pero quien la vigila son los propios corruptos: los políticos. Todo gira en torno a la política. Ustedes, Señorías, y los dueños de los partidos políticos son corruptos. La corrupción no debería valer la pena si las sentencias judiciales fueran ejemplares. ¿O debería? (Como vale la pena saber que este país se escandaliza porque Piqué ha roto con Shakira, ay, Shakira, y Shakira canta a Piqué cantinelas vengativas). Los políticos corruptos, haraganes, abandonan su deber y miran de soslayo a sus compinches cómo se llenan la faltriquera con dineros del erario. Y, mientras, nos obligan a vivir en medio de un sinfín de necesidades trágicos entierros evitables... Hablo de salud mental y los suicidios de adolescentes. (Nunca seremos el país que quizá pudimos ser). Gracias.

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