¿Perdonar es ceder? Quien no perdona no sana y si no sana no vive. Con el paso del tiempo rendimos culto al pensamiento único. Y si además somos hermosos, nos gustamos, nos lo dicen los amigos, y tercos... Oiga usted: olvide lo que tenga que olvidar y perdone, o perdónese, pues a quien no perdona, sus motivos le importan nada. Visite a la dama que no me deja ir, déjele la ansiedad que genera ese dañino sentimiento y cure su mente para seguir adelante y vivir tiempos mejores. Respire hondo, dele otra vuelta a ese sentimiento para ver cómo cambiaría su vida si cede y regrese a la idiosincrasia tranquila con tiempos más saludables que los tiempos que habita. (No me entra en la cabeza que te vuelvas a ir, si apenas has llegado).
A ver qué dices si es que dices: Es marzo y hoy da comienzo la primavera y las mariposas vuelan libres. Mil de veces marzo o que me parta un rayo. Júzgame: nadie sino yo... y tú, somos culpables (y nadie más). Asume lo que tengas que asumir, no puede ser tan difícil, y vive libre porque es primavera. No sufras más, o dime qué puedo hacer para que no sufras. Gracias.
muy sabias palabras...
ResponderEliminarsaludos
Carlos: Te agradezco las palabras, eres muy amable.
ResponderEliminarSalud.