Agosto dice adiós y mañana entra septiembre. Ojalá se lleve las olas de calor. Agosto si quiere nos puede dejar el polvo del lucero que colorea el horizonte y otros colores exclusivos del verano, como el arrebol del véspero, pero que se lleve el calor que quemó el monte. Que lo lleve y no haga más daño. Se despide agosto silencioso, alicaído y el camino por andar. Una cosa lleva otra: la agonía, la vejez y el tiempo perdido. La diferencia. Agosto dice adiós sin explicar que el mejor acuerdo es el que las partes quedan descontentas. Si no, no sería un acuerdo, sería otra cosa. Sabemos de los días que son nada y de momentos que son todo. Los días de otros son, míos los momentos. Llevo tiempo siendo más viejo y no voy a quedarme sin los momentos que son todo. Pensé que agosto sería el final y acabo entregándome a lo que pudo ser y el amor adentro. Se despide agosto, entra septiembre y las hojas secas tapizarán la tierra en un acto de complicidad del otoño con naturaleza. (Muéstrate amor, oxigena el alma, y cambia tus caderas de acera... Se despide agosto y septiembre ya me duele). Gracias.
chao agosto
ResponderEliminarhola septiembre
saludos
Carlos, no será hola y adiós. Tan fácil, quiero decir. Veremos. Gracias.
ResponderEliminarSalud.