Al principio de un cambio, no se mira atrás, o corres el riesgo de caminar el mismo camino. Cuando decides un cambio en la vida, siempre surgen cosas nuevas, buenas, malas y no tanto. Un cambio a destacar es el que hacemos cuando dejamos el lugar en el que hemos nacido. El hecho de dejar atrás lo que ha sido nuestra vida: trabajo, familia, amistades, es una prueba difícil de superar. (O no tanto). Y llegar al sitio donde hemos decidido vivir sin conocer a nadie: sus hábitos o su visión de las cosas es un reto problemático. (O no tanto). No es raro que nos invada el miedo y que las dudas frenen nuestra agenda. Es comprensible la intranquilidad en un entorno desconocido. Y, a peor, llegar a ser ese que investigan judicialmente como Gila investigaría un asesinato con la Máscara de Hierro validada por Alejandro Dumas... (Todos tenemos un pasado y si vamos a buscarlo nunca estará dónde lo dejamos, allí no hay nada, solo está en nuestra memoria, o en el cementerio. Pero sí, para olvidar lo que hace daño, o eso que conviene olvidar para avanzar... Para olvidar también hay que tener memoria). Gracias.
entre tanto cambio de piel, ya casi no me queda pellejo en el cuerpo
ResponderEliminarsiempre re-inventadome, de casa, de trabajo, de ciudad, pero nunca de espíritu
las ganas seguirán de seguir avanzado...
abrazo
Y eso es todo, Carlos, siempre avanzar. Gracias.
EliminarSalud.
Siempre hay que mirar adelante.
ResponderEliminar... nunca atrás. Aunque haya que enterrar amores y otros descuidos de la María por el camino. Gracias.
EliminarSalud.