Se dice que la gente que mejor te conoce es la que más daño te hace. (O la abandonamos porque somos masoquistas). La gente que mejor te conoce más te quiere y se acabó. Pero cuidado: saber no es conocer, conocer no es entender, entender no es comprender. Nada ocurre por casualidad: no nos motiva subir al Monte Everest, sino el amor. ¿Qué? Y un qué lleva a otro: ¿Es un riesgo inasumible el amor? ¿Vale la pena amar? ("Amaos los unos a los otros como yo os he amado"). Decir sí al amor siempre vale la pena, a pesar de saber que al principio de una relación vemos la cara y no el corazón. Si le damos tiempo al amor, ganamos una vida de futuro sin retorno. Presente y futuro. Pero hay más: ¿Cuándo perdimos la naturaleza humana? ¿Qué nos impide sentir amor y amar sin culpas ni disculpas? ¿Cuándo fue que fracasó el amor? ¿Cómo explicar con una mirada que podemos amar sin ser amados? (¿Cuándo y cómo fue que me dejaste de querer y por qué? El tiempo y la distancia desgastaron el rencor... ¿Sí? Y llegó el día de asumir responsabilidades y aún no estamos preparados). Gracias.
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