viernes, 12 de agosto de 2022

La felicidad de los políticos.

"No tengo simpatía por ningún partido político o, mejor dicho, los aborrezco, porque todos me parecen igualmente limitados, falsos, pueriles, empleados en lo efímero, sin visión de conjunto y sin elevarse jamás más allá de lo útil". (Gustave Flaubert). Es decir, lo más cercano a lo útil en un partido político es lo inútil. Y la gente que los gobiernan, los políticos, no perciben el hartazgo de los votantes. Una patria anda en cueros de institucionalidad. Se desnudaron en las últimas elecciones y siguen en cueros. El contento de los políticos no es más que la tristeza maquillada de las familias que no llegan a fin de mes. El no poder pagar la luz, la gasolina, el gas, la hipoteca, la cesta de la compra y etcétera. Codicia grotesca, deseos insaciables de los empresarios que todo les parece poco ganar, y el empeño, y dale, de los políticos incapaces de satisfacer los verdaderos menesteres de las familias. Vivimos tiempos donde las apariencias lo son todo, y el amor caduca con un cambio de opinión: "... dije Diego". ¿Quién le quita el disimulo a un estado de ánimo triste de morir? (La felicidad solo satisface el ego). Gracias.

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