Soñador tenaz.

Algo bueno tendría que tener ser un soñador tenaz. Y recordar lo que sueño. Esta noche soñé que la sabiduría divina es tan inmensa que por ello nos cuesta tanto entender las adversidades y comprender las calamidades y sus propósitos. Como se pueden imaginar hablo de llegar a fin de mes. (Simple y predecible). Nuestras diferentes realidades convergen en una única opción: conocer a Dios y rogarle que nos salve. (Para evitar esperas sería mejor que Él nos conociera, pero eso no lo soñé).

Confieso que soy de mucho soñar y poco creer. Me desespera esta realidad nauseabunda y escribir un de soslayo cada día para calmar el dolor por tanta sentencia de muerte. Este país no tiene salud, ni carácter, ni jerarquía, ni ganas de querer; las familias no llegan a fin de mes, y, como tampoco tiene cultura, este país no existe. Escribo para conocerme mejor, y lamento sinceramente no haber sido capaz de atizar la modorra de los más desatentos. En realidad más que escribir me gustaría ser pirata pata de palo y abordar galeones. O un príncipe valiente y salvar a la doncella más bella. O poeta del bendito amor y la santa poesía. O... Y en fin, que se hagan realidad los sueños de la gente que me quiere. Incluyo los que me odian. Gracias.