A mano amada, Ángel González: "Los recuerdos me asaltan. Reconozco los rostros. No hurto el cuerpo. Cierro los ojos para ver y siento que me apuñalan fría, justamente, con ese hierro viejo: la memoria". Todas y alguna revivimos emociones en las entrañas que somatizan. Cada día tiene su afán, entonces, para dejarse llevar (a mano amada) habrá tiempo, si Dios quiere.
Si Dios quiere sería de agradecer que se llevara al infierno este calor ardiente. Se mastica el ambiente. "El Instituto de Salud Carlos III, ha contabilizado 510 muertes atribuibles a las altas temperaturas registradas en los siete primeros días de la ola de calor (del 10 de julio al 16 de julio)". España arde. El monte se quema. Y la inseguridad laboral mata. El porvenir intimida, pero tenemos que confiar que el gobierno nos saque de esta perversa realidad. Lo vivido, vivido está, pero lo que queda por vivir... la memoria. El asunto es grave, y ya no tengo palabras. (La mayor mentira es perdonar y no olvidar. Sin olvido no hay perdón. Un rosario a las cinco y amén. Aunque tal vez no sea tan distinto rezar el rosario de las cinco en el Cielo). Gracias.
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