En mi calle, y sentado a la fresca, veo a dos inspirando un epitafio político. Aprendices de políticos agitando el agua del río para que la ganancia sea de pescadores. Viene de lejos y lo tengo escrito. Los motiva la mala salud. ¡Miserables!. Y se ríen.
Corren malos tiempos para el compañerismo y el amor. El ruido tiene en ocasiones como aliada a la rumorología. Maquinan desprecios que imaginan se harán realidad. (Ojalá María, la Magdalena, los destroce). Pero a favor hay chismes elevados a los altares que impiden ver con claridad la realidad de los hechos. "Porque sí, porque me conoces, porque sabes quién soy, y porque éramos amigos me has hecho mucho daño". Infame falsedad. Y aparecen las frases hechas que se explican mejor que la santa poesía: "Para qué tener enemigos con amigos que se comportan como enemigos". ''Con esos amigos para qué quiero enemigos''. Y de vuelta al perdón sin olvido: el proceso que hizo mucho daño jamás fue personal. "De aquellos polvos estos lodos". (Puesto que ya nada tenemos en común dejo una pregunta: ¿Si no te lo dice un amigo quién lo hará? Gracias.
corren malos tiempos... a veces pienso que siempre ha sido así, egoísmo, envidia, codicia...
ResponderEliminarno nos dábamos cuenta, por que teníamos la mente en otro lado, con el Covid y la pandemia, juramos que habíamos sacado lo mejor de nosotros, pero a los primeros rayos que se acaba la pandemia, volvemos a ser los mismos de siempre, egoísmo, envidia, codicia...
jamás creí que el mundo seria mejor después de la pandemia, todavía ni pasa, y ya la violencia, prepotencia esta a la orden del día.
Simplemente nos salió fallido el intento. Tendremos que reconstruirlo todo. Volveremos a la escuela y saldremos de esta mejores. Gracias, Carlos.
ResponderEliminarSalud.