domingo, 12 de abril de 2020

La ignorancia que alimenta el odio.

Hay poetas que se pegan un tiro frente al espejo, como para matarse dos veces. (Juan José Millás).

El mundo está mal o muy mal, pero yo, de ser poeta, no me pegaría un tiro frente al espejo para matarme dos veces y morir una. Yo no quiero morir pero me desvanecería en ti dos veces y mil veces dos a través de tu mirada. Si dependiera de mí tu felicidad escribiría para ti y no para él. ¿Qué no entiendes? Y siento que muero un poco cada día. Él no sabe quien soy pero tú sí: de ti depende que las cosas cambien. Las naranjas en Les Seniaes nacen en el naranjo y maduras caen a tierra, pero la ignorancia que sube, porque la ignorancia no nace arriba sino abajo, nunca baja, como la naranja del naranjo cae a tierra. Y cae exactamente donde subió. No digas no, razona y juntos echaremos a tu rutina sentido común y pragmatismo para que lo tuyo que es lo mío y es lo nuestro se centre en lo que verdaderamente importa. Y a él dile que aleje el odio, que tu amigo tiene un amigo que sabe con quien tiene que hablar para mitigar los efectos de una gestión patética. Dile que tienes pruebas recientes ("ya te lo decía yo"), y en adelante, si se lo pide el alma, podrá volver a la ignorancia que alimenta el odio. Gracias.

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