Creí que el Domingo de Ramos, a un amigo muerto, en la zona de ocio construida cara al Júcar, le pondrían una placa con su nombre y nada más. Pero no, he leído en el muro de facebook el bolero de inauguración y desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección será un homenaje de tambores en su honor. Mucho homenaje y mucho ruido para una semana de oración. Y escribirlo más, atención: En una semana de intensa actividad litúrgica, saldrá cada día la corporación municipal con mantillas y peinetas unas y con capirotes y túnicas otros a homenajear al amigo muerto. Será un homenaje imperecedero que sonrojará a los vivos e inmortalizará a los mortales entre saetas de la fantasmagoría asistente. Será un homenaje de gloria eterna. Será un poema de amor en un pueblo que peca, hace penitencia y vuelta a pecar. (Acreditado tu insolvente proceder, habrá quien intente echar la zancadilla a tus pasos seudo religiosos. Rosa roja de primavera, solitaria hasta el dolor, di sí antes de que llegue el Síndic como llegó Trabajo y porteen tu porvenir al camposanto y amén). Gracias.
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