viernes, 17 de abril de 2020

La esperanza es taciturna.

La esperanza es taciturna. De haber esperanza que no sea por no saber cómo llamarla. La vacuna es la esperanza. Salir de casa es la esperanza. Un güelu y un nietu y dos y tres y más es la esperanza. Un beso y un abrazo es la esperanza. Hacer vida familiar es la esperanza. Que se explique la poesía con una sola palabra es la esperanza. Que el ERTE no sea ERE ni parados de larga duración es la esperanza. Que los desempleados encuentren quehacer es la esperanza. Que las familias lleguen a fin de mes es la esperanza. El salario mínimo vital es la esperanza. La certidumbre es la esperanza. El ministro de Sanidad es la esperanza. El ministro de la Seguridad Social es la esperanza. Todos los ministros son la esperanza. Hasta el presidente del gobiermo es la esperanza, además del culpable de que en este país solo vivamos de esperanzas. Ojalá y no sea Jesús el Cristo la última esperanza. (En mi otra vida no quiero ser el confinamiento que rompe en mil pedazos mi mente absurda, quiero ser un perro callejero de una zona deprimida sin dueño ni abandono por haber nacido en la calle). Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario