sábado, 12 de octubre de 2019

Tengo miedo.

Uno no debiera llegar casi feliz a un sábado de fieles los difuntos... Joder, dona. Es llegar a los años altos y ver aparecer la dependencia física (dependencia física, no mental. Ojo). Y viene la pregunta: ¿Alguien sabe cómo Beethoven, después de ser lo que llegó a ser, un genio compositor, se dio cuenta que estaba sordo? Nunca se escuchó. O no le gustaba su música. O le gustaba más el cuerpo de Shakira en acompasado movimiento como a mí. No importan los años, importa depender de los demás. Ay, en este plan acabaré metiéndome a monja de clausura. Y lo que tenga que ser será. Y si Dios existe, cuanto más cerca mejor. Es la dependencia, pero también la actualidad me ataranta. Tal vez no debiera leer periódicos ni escuchar radio. Disculpen el quebranto. El caso es que no me siento seguro conduciendo. Sin embargo, si en un descuido alguien me pregunta por mi salud, le recordaré que vivo en el pueblo de Patricia donde nunca pasa nada, aunque pasa, y que de salud bien. (A pesar de saber que cualquier día es bueno para morir, hoy es sábado de fieles los difuntos y tengo miedo). Gracias.

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