¿Jugamos? Ni contestan. Ian, Enol y Diego en el parque juegan y yo miro. Están a mi cargo y solo puedo mirar. Yo fui niño y también jugué. Y sabía que la felicidad no sería eterna. O solo sabía que no quería crecer, que tal vez sea lo mismo. A poco de ir a la escuela ya supe que no quería crecer... Embelesado en mí, acumulo alegrías que soy incapaz de descifrar. Tal vez porque ni yo ni mi subconsciente queremos hurgar el pasado. Crecí no lo niego, y por no querer negar: de niño fui mayor. Yo sí sé cuándo perdí la inocencia. Me salvó que aprendí a leer con el Quijote. Y fui Quijote y también fui poeta. Mi bautismo no fue religioso, fue literario. Pero mi infancia de Quijote y de poeta se fue. Ahora soy viejo y memorable sin memoria. Gracias.
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