lunes, 28 de octubre de 2019

Equidad.

De alguna manera algo viene de ayer, y es bueno. El hombre justo, honrado, no atiende a decisiones e intereses propios o ajenos, sino a la equidad de lo que trata. Un hombre honrado es equitativo y es bueno porque practiva la justicia. Tras esta introducción, conviene recordar a Jerjes, rey persa, que para establecer un pacto de alianza con Tebas, envió embajadores con ricos dones al célebre general Epaminondas, quien ni siquiera quiso saber lo que traían. Si lo que pide vuestro rey, dijo, es equitativo no hacen falta regalos; si no es justo lo que pretende, no bastarán todas las riquezas para lograrlo de mí. (Y si tenía que ocurrir, ocurrió: Sé de un hombre que es apenas el erario de todos y alguna y lo prefiere a ser equitativo). Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario