En un libro de autoayuda leí que en todo procedimiento hay un elemento liberador, y va a ser verdad, el tiempo y la memoria lo tiene y no se puede detener. El tiempo genera un impacto en nuestra cotidianidad que tiene consecuencias embarazosas en el psique. Una cosa lleva a otra y va deprisa, demasiado deprisa. ¿Comprendes? Claro, estás empezando. Te cuento: en mi lugar de vacaciones y cruzando un paso cebra vi a una joven lanzar un "te quiero" al aire por "wasap". Por "wasap" valen los insultos para insultar a políticos que nos pierden el respeto, pero no vale un "te quiero". Mi ordenador que me ordena ya no escribe tu nombre: vuelve a tu lastimera cotidianidad. Vuelve a mirarme de soslayo. Vuelve al rencor y al deseo. Gracias.
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