martes, 6 de agosto de 2019

Menos que nada.

Vuelvo a la verdad y la mentira del domingo porque no llevo eso de mentir que algo queda... Traigo a de soslayo una mirada acompañada del infortunio que ayer, atarantada, perdió el paso y tropezó, o tropezó y perdió el paso. Hay quien miente para ocultar sus miserias y sembrar dudas. Lo digo sin malicia, quien falta a la verdad ni su Dios Misericordioso lo salvará. Y si lo salva, porque cada cual tiene su particular manera de concederse el perdón de sus pecados sin merecerlo, después, tendrá que hacer las paces con Morfeo para dormir de tirón y al alba volver a mí. ¿Sí? (Sí, tarde o temprano las circunstancias que se avecinan te obligarán a volver a mí. Pero yo ya no valgo una pena. Ocurre que soy viejo y he vivido y no me interesan ni convencen las mentiras que simulan certezas incontestables. La mentira, si te sirve de aclaración solo engaña a uno mismo. Para mí la gente mentirosa no existe ni existirá. Tú para mí ¿? Como Iglesias para Sánchez ¿? El futuro fue ayer). Gracias.

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