jueves, 9 de agosto de 2018

Déjà vu para salvar un amor.

"Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte". (Proverbios 16:25). Sin embargo, y según el evangelio del domingo, "un hombre muerto está vivo para recibir toda la sabiduría de Dios". Qué les parece: ¿Se atreverían a morir para estar vivos y recibir toda la sabiduría de Dios? No me contesten, como los buenos abogados, sé la respuesta.

Yo no sabía, yo soy un cero a la izquierda y nadie me cuenta nada. Joder dona, cada día escribo cosas más tristes. Viene la tristeza al caso que hoy me obliga a escribir el día porque de las fiestas del pueblo de Patricia el preámbulo empezó con los juegos infantiles y más que infantiles. El campeonato de parchís en el que participa mi esposa y televisa Canal 9 en directo para el extranjero. Pero atención, Canal 9 no solo televisa el campeonato de parchís, televisará todas las fiestas. Y traerán las mejores orquestas y pasacalles y mucho más: tirarán la casa por la ventana; luego vendrá Paco con la rebaja, digo Paco por el dicho popular, si luego viene Paco o Marisa no sé. (Un Partido político no puede estar permanentemente en campaña electoral y de buenas a primeras darse cuenta que con las listas cerradas no tiene candidatos y candidatas... Y si hablamos de trasparencia... Mejor no hablamos de trasparecía). El pueblo de Patricia es más fantástico que el País de Alicia, Alicia en el País de las Maravillas. En mi pueblo asturiano un alguacil avisaba, corneta en mano, de las noticias que interesaban a la vecindad, aquí no. Será porque no hay noticias... O hay noticias pero no interesan... No interesa que se sepan, quiero decir. "Por orden del señor alcalde se hace saber". Y qué gracia. Insisto, necesito fugarme del pueblo de Patricia en busca de paz o daré en loco. Paz y amor. Y tocar el cielo de Jesús el Cristo porque este estropicio con paz y amor no se arregla. Gracias.

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